jueves, 14 de mayo de 2009

Magaly revela sus primeros días de encierro en Santa Mónica


Magaly Medina adelantó en su revista algunos extractos del libro El precio de ser Magaly Medina: mi verdad en la cárcel, que saldrá a la venta el próximo viernes. La figura de ATV revela que purgó condena en una celda de dos por dos solo con un camarote, sin ninguna compañía por temor a que le hagan daño. Asimismo confiesa que durmió en una cama de tablillas y sintió asco cuando pisó la ducha.

En mi celda, había un colchón que me dio la gente del penal la primera noche. Luego mi familia me compró uno nuevo (…) mi cama era de tablillas, y cuando me levantaba me dolía mucho el cuerpo porque estas cedían (…) Paraba agarrándome la espalda porque siempre terminaba adolorida”.
Cuando me levanté el primer día fui al baño con mi toalla. Solo tenía un baño, un lavadero, una ducha. Tenía una cortina hongueada, era un asco. Fui la primera en bañarme y dije no me acostumbro (…) Abrí el baño, como lo haría en mi casa, para que el agua se caliente. Pero en este caso nunca se iba a calentar. El agua estaba helada”.

Su cariño por Mamá Fe
Magaly también destaca en el capítulo que presentó en su revista, el cariño que sintió por Mamá Fe, una de las presas más longevas del Santa Mónica y que goza del liderazgo entre las internas. “Con Mamá Fe hubo una simpatía y una química inmediatas, porque a mí la gente mayor me provoca mucha ternura y cariño. Yo nunca tuve abuelos, nunca los goce y siempre me he sentido bien con la gente mayor”.
Me parecía muy tierna y muy buena gente. Siempre me decía: Mamá ¿quieres un melocotoncito? Mamita, ¿ya cenaste?. Te habla con ese cariñoso acento que tienen las mamás de la Sierra, la mujer del Ande. Yo necesitaba”.


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